Familiares, amigos y personalidades del fútbol dieron conmovedor adiós a Marco Coll
Sus restos fueron sepultados al mediodía de este miércoles.
Con una pertinaz llovizna como permanente compañía, los restos mortales de Marco Coll, exjugador de la Selección Colombia, Sporting y Junior, entre otros, fueron sepultados en uno de los pabellones del cementerio Jardines de Paz en la vía a Puerto Colombia.
La marcha fúnebre llegó al recinto sobre las 12:30 del mediodía y tan pronto el ataúd fue descargado de la carroza funeraria el clima cambió de un sol encendido a una llovizna refrescante.
Al frente de la marcha un arreglo floral con el escudo de Junior iba abriendo la última procesión de la que participaría el único autor de un gol olímpico en los Mundiales.
El ataúd fue cargado por turnos entre exjugadores de Junior como Gabriel Berdugo, Toto Rubio, David Pinillos, Carlos Peña y entre otros muchos como José Kaor Dokú, que también asistió a dar el último adiós.
Sus hijos y familiares más cercanos cargaron el ataúd hasta la bóveda señalada en el pabellón uno del camposanto, donde una funcionaria de la Alcaldía leyó el decreto que ordenó una exaltación póstuma a Coll por su aporte al deporte de Barranquilla.
“Queremos darle gracias por tomar este tiempo. Nuestro padre va a descansar en esta tierra. Más que el gol que nuestro padre logró, a nosotros sus hijos y nietos nos dejó un legado. Vamos a tratar de honrar el nombre de mi padre. Él está en la gloria del señor”, reseñó Fabián Coll, uno de los hijos menores del deportista, seguido de una salva de aplausos.
Tras un profundo silencio, interrumpido apenas por los murmullos de las lágrimas de los asistentes, el cuerpo de Coll fue sepultado.
El único anhelo que queda en la familia de Coll, es poder crear un museo donde se pueda exponer el gol olímpico del jugador, además de otras gran hazañas del fútbol colombiano.